THE STANLEY PARABLE
Y con esta iniciamos
la serie de críticas a publicar los sábados. Dedicada a los más
frikis del lugar, ¡saludos, hermanos!. Comenzamos con esta absurda
joya de Galactic Cafe. Como podréis observar, más que un análisis
objetivo, es simplemente mi forma de recomendar el darle una
oportunidad y expresar un poco qué impresión me ha dado, en el
mejor estilo de los Wot I Think de ese pilar de la prensa de
videojuegos que es Rock, Paper, Shotgun. Sin más dilación, The
Stanley Parable.
There
was a man named Stanley. Eso es todo lo que necesitas saber sobre
este juego. Stanley. Todo gira en torno a Stanley. ¿Quién es
Stanley? ¿Es una marioneta? ¿Es un Dios? ¿Es un diablo? ¿Jugamos
con su destino o él juega con el nuestro?. Adelante. Atraviesa la
puerta. Cumple el sueño. Entra en el despacho de tu jefe y cuélate
en su baño privado. Enciérrate en el cuarto de las escobas.
Stanley. Stanley es un líder. Iniciará la rebelión de los esclavos
de la clase media, nos guiará cual moderno Espartaco hacia la
gloria. Él nos liberará de nuestras cadenas. Gloria a Stanley.
Sigue la línea. Cumple el
sueño.
La puerta te espera.
Ahora
en serio.
The
Stanley Parable no es un juego al uso. No puede definirse
prácticamente por ninguno de los géneros clásicos. Como mucho
podríamos decir que encaja en un estilo de juego guiado por la
narración y la toma de decisiones. O un simulador de paseos por una
oficina con un concepto del reparto de espacio/recursos absurdo.
Tomamos el rol de Stanley, "salary-man" cuya vida laboral
se organiza a partir de las órdenes recibidas en su ordenador. Es
una vida sencilla. Es una vida miserable. Depende. Pero Stanley es
feliz. Un día, dejan de llegar órdenes a su ordenador. Aquí tiene
lugar el comienzo de nuestra historia. Hemos de guiar a Stanley hacia
el exterior de su pequeño cubículo en una epopeya oficinista que,
partiendo de una base que puede definirse como una premisa tópica de
terror (oficina vacía, sombras moviéndose por las esquinas, etc.)
pero que evoluciona a gloriosos momentos absurdos. La fiesta se
inicia con una elección. En un momento tienes que elegir entre dos
pasillos, el izquierdo y el derecho. El narrador de la historia (una
de las mejores características del juego, por cierto, con un
doblador en estado de gracia y unos diálogos brutales) señala que Stanley
se decide por la puerta que está a su izquierda. ¿Dónde está la
gracia en un juego en el que te señalan el camino a seguir?. En que
PUEDES hacerle caso o no. Hay múltiples finales según las
decisiones que tomes en tu camino hacia el centro neurálgico (en más
de un sentido) de la empresa. Y hasta aquí puedo leer. Atrévete a
jugarlo si te atrae la originalidad y la comedia. No es un juego al
uso, pero vale realmente la pena para aquel que busque una diversión
diferente. Puede no gustarte, obviamente. Sobre gustos no hay nada
escrito. Pero sí es una experiencia que vale la pena para cualquiera
al que le apasionen los videojuegos. Es un "imprescindible",
por así decirlo, a pesar de que no me atraiga mucho esta etiqueta.
A
veces, sin embargo, resulta adecuada.
Absolutamente
recomendable.
Stanley
se decidió a jugar este juego.
The
Stanley Parable puede encontrarse en Steam.
por Jorge Núñez Rodríguez, a veintidós de abril de 2017.
por Jorge Núñez Rodríguez, a veintidós de abril de 2017.
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