22 de abril de 2017

Críticas Aleatorias 1 - The Stanley Parable

THE STANLEY PARABLE

Y con esta iniciamos la serie de críticas a publicar los sábados. Dedicada a los más frikis del lugar, ¡saludos, hermanos!. Comenzamos con esta absurda joya de Galactic Cafe. Como podréis observar, más que un análisis objetivo, es simplemente mi forma de recomendar el darle una oportunidad y expresar un poco qué impresión me ha dado, en el mejor estilo de los Wot I Think de ese pilar de la prensa de videojuegos que es Rock, Paper, Shotgun. Sin más dilación, The Stanley Parable.

There was a man named Stanley. Eso es todo lo que necesitas saber sobre este juego. Stanley. Todo gira en torno a Stanley. ¿Quién es Stanley? ¿Es una marioneta? ¿Es un Dios? ¿Es un diablo? ¿Jugamos con su destino o él juega con el nuestro?. Adelante. Atraviesa la puerta. Cumple el sueño. Entra en el despacho de tu jefe y cuélate en su baño privado. Enciérrate en el cuarto de las escobas. Stanley. Stanley es un líder. Iniciará la rebelión de los esclavos de la clase media, nos guiará cual moderno Espartaco hacia la gloria. Él nos liberará de nuestras cadenas. Gloria a Stanley. Sigue la línea. Cumple el
sueño. La puerta te espera.

Ahora en serio.

The Stanley Parable no es un juego al uso. No puede definirse prácticamente por ninguno de los géneros clásicos. Como mucho podríamos decir que encaja en un estilo de juego guiado por la narración y la toma de decisiones. O un simulador de paseos por una oficina con un concepto del reparto de espacio/recursos absurdo. Tomamos el rol de Stanley, "salary-man" cuya vida laboral se organiza a partir de las órdenes recibidas en su ordenador. Es una vida sencilla. Es una vida miserable. Depende. Pero Stanley es feliz. Un día, dejan de llegar órdenes a su ordenador. Aquí tiene lugar el comienzo de nuestra historia. Hemos de guiar a Stanley hacia el exterior de su pequeño cubículo en una epopeya oficinista que, partiendo de una base que puede definirse como una premisa tópica de terror (oficina vacía, sombras moviéndose por las esquinas, etc.) pero que evoluciona a gloriosos momentos absurdos. La fiesta se inicia con una elección. En un momento tienes que elegir entre dos pasillos, el izquierdo y el derecho. El narrador de la historia (una de las mejores características del juego, por cierto, con un doblador en estado de gracia y unos diálogos brutales) señala que Stanley se decide por la puerta que está a su izquierda. ¿Dónde está la gracia en un juego en el que te señalan el camino a seguir?. En que PUEDES hacerle caso o no. Hay múltiples finales según las decisiones que tomes en tu camino hacia el centro neurálgico (en más de un sentido) de la empresa. Y hasta aquí puedo leer. Atrévete a jugarlo si te atrae la originalidad y la comedia. No es un juego al uso, pero vale realmente la pena para aquel que busque una diversión diferente. Puede no gustarte, obviamente. Sobre gustos no hay nada escrito. Pero sí es una experiencia que vale la pena para cualquiera al que le apasionen los videojuegos. Es un "imprescindible", por así decirlo, a pesar de que no me atraiga mucho esta etiqueta.
A veces, sin embargo, resulta adecuada.

Absolutamente recomendable.

Stanley se decidió a jugar este juego.

The Stanley Parable puede encontrarse en Steam.


por Jorge Núñez Rodríguez, a veintidós de abril de 2017.

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